Thursday, February 28, 2008

Imaginación oficial

Imaginación oficial

Por: Enrique Szewach y Murat Nakas

Ámbito Financiero

No está mal hacer un poco de historia. Hasta 2005 el INDEC-funcionó de forma independiente, ya que la inflación no era percibida como un problema. En 2004 se midió una inflación de 6,1%, la que se duplicó en 2005 a 12,3%. Ahí entró en acción la Secretaría de Comercio. El objetivo planteado fue disminuir la tasa de inflación a un dígito. Esto se logró mediantela instrumentación de « acuerdos de precios» para una importante gama de productos y servicios con precios libres, el virtual congelamiento de los precios de los regulados puros y la confección de «listas de precios oficiales» en unos pocos productos (básicamente, carnes). Se ha de recordar que 2006 cerró en 9,8% de inflación con un comportamiento extraño (suba menor que la esperada) de turismo durante el mes de diciembre y una clara sensación de la imposibilidad de mantener los «acuerdos de precios» en las condiciones vigentes.

Durante 2007 se debía lograr una inflación similar o algo menor que la de 2006. El camino utilizado, si bien se siguieron pisando algunos precios, pasó a ser el de abandonar el control de precios y pasar al «control del índice», a través de la intervención en el INDEC. Es superior como solución -para el funcionamiento de la economíaadulterar números en una planilla, que intervenir en los mercados generando desabastecimiento, problemas de rentabilidad, creación de mercados negros o quiebras de empresas. Obviamente, esto implicó una catástrofe institucional de proporciones, cuyas consecuencias se seguirán pagando por muchos años, pero, al menos, salvo en algunos mercados como el de la carne y los lácteos, la producción no se vio fuertemente afectada. Pero «el éxito» en el control del índice requería la manipulación de los precios en ítems con inflación arriba de la media y con relativamente elevada ponderación en la canasta total. Este fue el caso de los llamados productos «estacionales». Así, según el INDEC, en 2007 se verificó deflación de precios en este grupo (luego de crecer 19% en 2005 y cerca de 13% en 2006).

Comprar ropa fue algo más barato en 2007 que en 2006. Salir de vacaciones costó 10% menos, y una ensalada «hecha en casa» costó casi 20% menos. Como consecuencia, se obtuvo una inflación general de 8,5%. Cabe agregar que a esta situación se sumaron, durante el año pasado, cambios metodológicos en la medición de los precios de la medicina prepaga y las cuotas de los colegios privados.

Y ahora, en 2008, la película continúa

Si el objetivo de los funcionarios es presentar una tasa de inflación en baja en 2008, la pregunta clave es si se puede repetir la «metodología» de 2007. En otras palabras: ¿es posible seguir manipulando en la misma magnitud el precio de los productos estacionales? ¿Este grupo puede mostrar precios en 2008 nuevamente inferiores a los de 2007? ¿Las vacaciones pueden costar 20% menos en 2008 con respecto a 2006 o un kilo de tomates puede costar menos de $ 1 en las bocas minoristas? Además, luego del aumento promedio de 20% en el transporte público de pasajeros, y de algún aumento que se aplicará en las tarifas de taxis y los servicios básicos de la vivienda durante 2008, se necesita pisar o deflacionar otros rubros para mantener la inflación general por debajo de la de 2007.

Todo indica que si se decide no sincerar los índices y presentar oficialmente una inflación en 2008 similar o inferior a la de 2007, el menú de manipulaciones, que ya se venía aplicando en el resto de la canasta (aunque de forma algo solapada), se profundizará en este año. Tal vez eligiendo algún «grupo estrella» de productos o servicios que reemplacen a los estacionales dentro de los bienes y servicios que forman el conjunto «resto del IPC». Por lo que no sería sorprendente que a fines de 2008 para el INDEC comprar un auto cueste menos que en 2007. Que se pague más barato que un año atrás una cena con amigos en la pizzería de la esquina; o que se contribuya a profundizar la desigual distribución del ingreso aplicando una rebaja nominal en el salario del personal doméstico. Claro que la imaginación oficial puede ser superior a nuestra modesta creatividad.

Tuesday, February 26, 2008

¿Y dónde está el piloto?

¿Y dónde está el piloto?

Por: Agustín A. Monteverde
Ámbito Financiero

Varios de los desafíos que enfrenta este segundo mandato conyugal se ubican en el terreno de la economía, un área que fue, en cambio, enteramente favorable en los cuatro primeros años kirchneristas. Esas acechanzas, como decimos, son varias. Una inflación creciente, escondida en las inverosímiles estadísticas oficiales, aunque indisimulable. Una brecha entre precios relativos, causada por los controles y congelamientos de precios, cuyo mantenimiento compromete el abastecimiento energético y de diferentes bienes de la economía, pero cuya resolución acarrea una inevitable estampida de la ya elevada inflación real. Un agonizante nivel de inversión directa frente a la saturación en el uso de la capacidad instalada. Por último, la necesidad de contener las demandas sindicales en el marco del comentado recalentamiento de la economía y con un inestable y dividido frente gremial. Es que, luego de años en que los salarios aventajaron a los precios, la inflación ha comenzado a horadar las mejoras en los ingresos de los trabajadores.

Pese a este delicado panorama, el ministro de Economía, Martín Lousteau, aparece alejado de la decisión en estas cuestiones económicas centrales y se muestra empeñado en una dudosa negociación con el Club de París y en iniciativas de segundo orden. Mientras, el versátil ministro De Vido mete pies y manos en temas que van desde las morosas revisiones tarifarias hasta las negociaciones salariales con los gremios, quedándole tiempo aún para asegurar el ingreso de capitales kirchneristas en negocios y empresas que eminentes operadores multinacionales pugnan por abandonar.

No menos activos se los ve al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y al secretario de Comercio, Guillermo Moreno -nominalmente subordinado de Lousteau-, planeando sea sobre controles de precios, sea sobre datos estadísticos, sea sobre tasas, con franca omisión tanto de la figura del ministro como de la del Banco Central.

Cabe preguntarse cuál es la estrategia que ha sido elegida para enfrentar aquellas amenazas -si es que hay alguna- y quién, en definitiva, está a cargo de diseñarla y ponerla en práctica. Pero las respuestas que se obtienen son, como mínimo, vagas o contradictorias. Las situaciones confusas, la falta de coordinación y los enfrentamientos entre funcionarios no contribuyen a la solución de los problemas. Cuestiones como la política de precios, las retenciones a las exportaciones o la tergiversación de los datos estadísticos han deteriorado al extremo la relación entre el ministro de Economía y quien supuestamente debería ser su subordinado.

El combate a la inflación, aquí como en China, impone articular la política fiscal y la de ingresos con los requisitos de sobria y persistente disciplina monetaria. En lo que hace al cuadro fiscal, no luce alentador. El resultado financiero informado tuvo el año pasado una caída de 20%. Si no se computa el ingreso -por única vez- de los fondos provenientes de las cuentas individuales de las AFJP que pasaron al pozo estatal, como producto de la contrarreforma previsional, equivale a apenas 0,2% del PBI. A esto aún cabe añadir el consolidado provincial que, luego de sucesivos años superavitarios, cayó en un modesto rojo.

En 2007, el gasto corriente -mayormente estructural- creció 47% interanual, mientras que los ingresos tributarios aumentaron 33%. La Presidente anunció que el crecimiento de los ingresos en enero ha aventajado por diez puntos porcentuales al de los egresos, pero esto aún carece de validez tendencial frente al comportamiento exhibido durante todo el año pasado. A diferencia de lo ocurrido en el mismo mes de 2007, no se otorgaron esta vez mejoras a jubilados y pensionados, se recortaron transferencias a las provincias y saltaron 157% los derechos de exportación.

Resulta difícil contener el ritmo de aumento del gasto, pues la inflación obliga a actualizar jubilaciones, pensiones y salarios estatales; y el régimen de precios controlados y la escasez energética imponen una permanente alza de los subsidios. Pero en orden a combatir la inflación corresponde destacar que -más allá de que la situación fiscal pueda mejorar o agravarse- el tan publicitado superávit fiscal es ficticio. Sí, una fantasía con todas las letras. Pues no computa los fondos necesarios para comprar dólares y absorber así el excedente cambiario, lo que es indispensable para sostener el tipo de cambio. Y es precisamente por esta causa que el BCRA, al emitir pesos para comprar las divisas, fabrica inflación. En el frente salarial, el gobierno presiona a los gremios para que acepten acuerdos por dos años con mejoras nominales que no excedan 22%. Además de dejar al desnudo la mentirosa inflación oficial, la estabilidad efectiva que proveen estos convenios es muy relativa, pues contemplan una revisión semestral.

Mientras el ministro de Economía permanece ajeno a cuestiones estrechamente relacionadas con la inflación, como lo son las negociaciones salariales o la planificación de los subsidios y su disputado reparto entre la cohorte de empresarios, sindicalistas, gobernadores, intendentes y ONG oficialistas, su supuesto subordinado sigue tallando en las áreas más impensables. Como cuando reclama al Banco Central, en pleno fragor inflacionario, que baje la tasa de interés para estimular el crédito. Forzar una reducción en tasas de interés que ya son muy negativas y en el marco de una inflación que se desboca evidenciaría una ignorancia temeraria.

En 2007, los depósitos a plazo fijo crecieron sólo 17%, muy por debajo de la inflación real; esta circunstancia se agrava si le descontamos el crecimiento de la economía durante el año que pasó. Olvidando su ley orgánica, que le manda expresamente defender el valor de la moneda -la nacional, no la extranjera-, el BCRA se dedicó con gran empeño en los últimos años a sostener alto el dólar y desvalorizado el peso, convirtiéndose en una auténtica fábrica de inflación.

Sin embargo, luego de expandir la base monetaria a un ritmo promedio de casi 33% interanual durante los primeros ocho meses de 2007, la tasa de expansión cayó en siete puntos porcentuales. El programa monetario anunciado para este año sugiere que la línea de mayor prudencia continuará. Para que no se acelere la inflación, además de contener la expansión de la oferta se necesitará que no decaiga la demanda de dinero por parte del público. Claro que ese programa monetario parece inconsistente con las políticas que se alientan en otros despachos, más cercanos al poder, donde la preocupación por sostener el tipo de cambio está muy por delante del combate contra la inflación. La inflación en ascenso ha licuado parte considerable de las ventajas cambiarias de la megadevaluación de 2002. Y ya algunos grupos de intereses acercan a los oídos de los funcionarios sus propuestas para una nueva devaluación, que en las presentes circunstancias sería inmediatamente trasladada a los precios de los bienes y a los costos de los factores.

Monday, February 25, 2008

Hooking Left: Cuba Tees Up Golf's Revival

Hooking Left: Cuba Tees Up Golf's Revival

After Che Beat Fidel,
A Course Was Lost;
'Sand Trap from Hell'

By JOSÉ DE CÓRDOBA
February 23, 2008; Page A1

Now that Fidel Castro has retired, perhaps he can find the time to work on his golf game.

In 1962, Mr. Castro lost a round of golf to Ernesto "Che" Guevara, who had been a caddy in his Argentine hometown before he became a guerrilla icon. Mr. Castro's defeat may have had disastrous consequences for the sport. He had one Havana golf course turned into a military school, another into an art school. A journalist who wrote about the defeat of Cuba's Maximum Leader, who was a notoriously bad loser, was fired the next day.
[Fidel Castro]

Now, top officials on the island want to turn Mr. Castro's Communist paradise into a hotspot for this decidedly capitalist sport, to generate hard cash for its cash-strapped economy. Last year, Cuba's minister of tourism, Manuel Marrero, announced plans to build as many as 10 golf courses to lure upscale tourists.

"The message from Cuba is: bring on golf projects," says Mark Entwistle, a former Canadian ambassador to the island.

Mr. Entwistle hopes to develop Cuba's first golf community on the island's eastern end, with hundreds of villas and apartments centered on a 36-hole course. Mr. Entwistle says he knows of at least 11 other projects, in various stages of development, involving Canadian, British and Spanish developers.

The man driving Cuba's golf effort is Raúl Castro, the long-serving defense minister who became acting president when his older brother Fidel took ill in July 2006. Raúl, who is more a fan of cockfighting than golf, is the odds-on favorite to be named president tomorrow. Alarmed at the decline in the number of tourists to Cuba, Raúl has urged senior officials to make golf happen. The government is setting up an interagency golf task force. Cuban officials involved in the program say they are not authorized to comment on it.

To make golf tourism work, Cuba, which does not recognize the right to buy and sell property, will have to permit leases of as long as 75 years for foreigners, to entice them to invest in the villas and condos on which modern golf development depends. Some believe those leases are the tip of the spear that will, over time, reinstate full property rights.

Some of the world's leading construction and architecture firms have become involved. Foster + Partners, a top London architectural firm, developed plans for a marina-and-golf resort on Cuba's north coast featuring three 18-hole golf courses and 1,500 apartments. A construction unit of French firm Bouygues SA has drawn up plans to build a marina-and-golf community, Marina Gaviota, on the point of Cuba's famed Varadero beach. There is already one 18-hole course in Varadero.

If history is any guide, bringing back golf won't be easy. "Cuba is the sand trap from hell," says John Kavulich, senior policy adviser at the U.S.-Cuba Trade and Economic Council, who has followed the travails of entrepreneurs trying to develop golf projects in Cuba.

Just ask Walter Berukoff, the mining tycoon behind Vancouver-based Leisure Canada. For more than a decade, Mr. Berukoff has been nurturing a project, approved by the Cuban government, to build some 600 condos and villas for foreigners around three golf courses and a marina on Cuba's north shore, close to Havana. But for a variety of reasons, including Cuba's search for oil right next to his property, the project has gone nowhere.

"We had to stop the project because no one will build a multimillion-dollar project if there are oil wells in front," says Guy Chartier, Leisure Canada's man in Havana. Mr. Chartier says the Cuban government told him it has given up its search for oil. "We plan to move the ball forward in 2008," he says.

One problem is the lack of golf culture in Cuba. Mr. Castro built a state-sponsored sports machine that produced world-famous boxers and baseball players, killer volleyball spikers and fleet-footed runners. But Mr. Castro was never keen on golfers, whose sport reeked of money and Yankee imperialism.

"These guys don't even think in Cuban," Mr. Castro said in a 1960 speech, mocking members of the Havana Biltmore Yacht & Country Club. He confiscated the manicured grounds and turned them into a workers' resort.

Golf had been played on the island since the 1920s. At the time of the 1959 revolution, Havana boasted two award-winning courses, at the Havana Country Club and the Biltmore, which hosted such greats as Sam Snead and the rookie Arnold Palmer. A third course, where Mr. Castro would lose to Che Guevara, had just opened. U.S. tycoon Irénée du Pont had a private nine-hole course in Xanadu, his fabled Varadero beach estate.

The famous game between Messrs. Castro and Guevara took place shortly after the Cuban Missile Crisis, according to José Lorenzo Fuentes, Mr. Castro's former personal scribe, who covered the game. Mr. Lorenzo Fuentes says the match was supposed to send a friendly signal to President Kennedy. "Castro told me that the headline of the story the next day would be 'President Castro challenges President Kennedy to a friendly game of golf,'" he says.

But the game became a competitive affair between two men who did not like to lose, says Mr. Lorenzo Fuentes, who recalls that Mr. Guevara "played with a lot of passion." Mr. Lorenzo Fuentes says he felt he couldn't lie about the game's outcome, so he wrote a newspaper story saying Fidel had lost. Mr. Lorenzo Fuentes says he lost his job the next day, eventually fell afoul of the regime and now lives in Miami.

Nowadays, there is only one nine-hole course left in the capital, the Havana Golf Club. Until he left Cuba in 2005, the former golf pro there, Jorge Duque, now 44 years old, had the distinction of being Havana's only certified pro. Mr. Duque, who now teaches golf in Malaga, Spain, believes the sport needs an open society to thrive, and is pessimistic about its future in Cuba.

"Golf opens up society because people learn a lot from foreigners," says Mr. Duque. "We need an economic opening -- and an opening in thinking -- before golf can develop in Cuba and the people realize the benefits that golf can bring."

The Havana Golf Club, a turquoise-and-white relic of 1940s and 1950s resort architecture, has a pool, a bar and a small bowling alley. On Thursday, in a small room serving as the caddy shack, employees swapped stories about golf in Cuba. Mr. Castro came to the course in the 1960s to meet a visiting dignitary, they recalled, and the two men putted and chatted on the fourth green.

The club's fee of 20 Cuban convertible pesos, or about $18, per nine holes is too high for locals, so the course is used mostly by tourists and diplomats. Fugitive financier Robert Vesco has been spotted on the course. Diego Maradona, the former Argentine soccer star and a Fidel admirer, plays there. "Some people don't let you teach them much, and he is one of those guys," one of the caddies says about Mr. Maradona. "He got a few pointers, and then did the rest himself."

The club's former pro, Mr. Duque, has been replaced by an easy going local who grew up across the street and played the course as a kid. The new pro dispenses golf tips that are decidedly Cuban. "Learning the balance of golf is like learning to dance," he says. "The rhythm of salsa is 1-2-3. A golf swing is 1-2-3."

Write to José de Córdoba at jose.decordoba@wsj.com

Thursday, February 21, 2008

Lenguaraces oficiales contra la estabilidad

Lenguaraces oficiales contra la estabilidad

Por: Carlos Saúl Menem
Ex presidente de la Nación

Ámbito Financiero

Unos días atrás, horas antes de que la señora de Kirchner recibiera con honores al presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, varios de sus voceros más prestigiosos, entre ellos el señor Luis D'Elía (conocido por sus incursiones en comisarías) y el diputado Carlos Kunkel (uno de los «imberbes» de la década del 70) creyeron necesario atacar al economista Javier-González Fraga. En los últimos tiempos, el doctor González Fraga ha trabajado políticamente junto al doctor Roberto Lavagna, renovado socio del kirchnerismo. A principios de la década del 90, González Fraga formó parte de los equipos económicos de mi gobierno.

Kunkel y D'Elía, lenguaraces de la Casa Rosada, se lanzaron al ataque a raíz de que González Fraga opinó que la señora de Kirchner no está gobernando, un punto de vista que, en rigor, no sostiene en soledad y que se seguirá discutiendo. Pero para atacar a González Fraga, aquellos dos polígrafos recitaron un guión común: lo acusaron por haber contribuido a la gestión económica menemista.

# Medicina

La historia seguramente hará justicia con aquella tarea. El plan BONEX, en el que González Fraga intervino, fue una enérgica medicina de emergencia que el país se vio obligado a absorber para terminar de sufrir los nefastos efectos de la crisis hiperinflacionaria que había estallado unos meses antes en las manos del gobierno anterior.

Hubo que producir una sangría para detener el desangramiento permanente con que la inflación expropiaba día a día, hora tras hora, los ingresos de los argentinos. Ese plan creó las condiciones para garantizar un extenso período de estabilidad. Hay gobiernos que tienen que afrontar circunstancias críticas y tomar medidas heroicas para curar males heredados. Otros, en cambio, postergan demagógicamente decisiones y marchan al revés de las tendencias centrales de la época, desaprovechan oportunidades históricas y alimentan inflación e inseguridad, aislamiento internacional, mentira y corrupción, falsedades del INDEC y valijas con petrodólares.

Los D'Elía y los Kunkel hablan porque el aire es gratis; lo hacen al dictado y a los fines de que la maquinaria de propaganda oficial tenga algo para difundir, pero carecen de autoridad para hablar. Igual que sus mandantes.

Tuesday, February 19, 2008

Más nafta para la inflación

Son los sindicatos de químicos y de plasticos alineados con el gastronómico Luis Barrionuevo

Más nafta para la inflación

• Químicos y plásticos piden 45% de aumento.

• Taxistas reclaman una suba tarifaria de 40%.

• En indumentaria vienen alzas superiores a 20%.

El gobierno parece no reaccionar ante una realidad más que peligrosa. Todos los días aparecen datos que sólo apuntan a un descontrol creciente de los precios internos para lo que resta del año. Ayer se supo que los gremios que no son moyanistas, como químicos y plásticos, redoblan la apuesta del camionero y ya están pidiendo aumentos de sueldos de 45%. Los taxistas, que sí están alineados con el camionero, reclaman que las tarifas aumenten en mayo 40%, también para pagar más salarios. Mientras, la indumentaria está mostrando ya alzas en los precios para esta temporada no inferiores a 20%. Lo curioso es que por ahora la única respuesta oficial al tema son los índices mensuales de la inflación que mide Guillermo Moreno.

Por: Carlos Burgueño
Ámbito Financiero

Los gremios alineados con el gastronómico Luis Barrionuevo confirmaron ayer que sus reclamos de aumentos salariales serán superiores en al menos 10 puntos porcentuales en relación a lo que vienen reclamando los sindicatos que agrupa Hugo Moyano. Dos de los «Luisitos» (curioso calificativo que se usa para definir a los seguidores del gastronómico), los trabajadores químicos y del sector plástico anunciaron ayer que para las paritarias que comenzarán a negociar a mediados de marzo un aumento retroactivo a enero no inferior a 45%. Esto es, hasta 15% por encima de los pedidos hechos públicos hasta ahora. La cifra supera aun a lo pedido por algunos sindicatos semiindependientes, como los bancarios de Juan José Zanola y los comerciantes de Armando Cavalieri, que pretenden alzas de entre 35% y 40%.

Todos, obviamente, porcentajes sideralmente lejanos a 15% en algún momento prometido a la Unión Industrial Argentina (UIA) de Juan Carlos Lascurrain, y que siguen defendiendo desde esta entidad y desde la Cámara Argentina de Comercio (CAC) de Carlos de la Vega.

Ayer, a coro, tanto los representantes del sindicato de los trabajadores químicos, que dirige Fabián Hermoso, como los de los químicos de Vicente Mastrocola, ubicaron su reclamo en 45% retroactivo a enero. El argumento es que se trata de dos sectores que en los últimos años aplicaron alzas de sueldos por debajo del nivel general (el año pasado fue 18%), y que vienen de dos años de producción a pleno y con capacidad instalada utilizada casi a 100%.

Desde el gobierno se le da una interpretación diferente. Fuentes cercanas a la jefatura de Gabinete, le aseguraban ayer a este diario que en realidad el reclamo de los plásticos y químicos se debe a una cuestión «de política interna sindical», ya que «son dos gremios que siguen a Barrionuevo y que quieren demostrar que por ser opositores pueden pedir y obtener alzas superiores a la de los seguidores de Moyano».

Mientras tanto, ayer volvierona fracasar las discusiones del sector de los panaderos, luego de que el gremio que dirige Abel Frutos reiterara que el reclamo es de un incremento de 30% retroactivo a diciembre, ya que el convenio vigente terminó el 30 de noviembre del año pasado.

Actualmente el salario mínimo de los trabajadores del sector es de $ 1.150 a nivel nacional y 1.410 pesos en la provincia de Buenos Aires y la Capital Federal. El reclamo es llevar el mínimo a los $ 1.500 para los dos casos, unificando la cifra mínima para todo el país, lo que es rechazado por los pequeños y medianos comerciantes. Estos, que continúan sin presentarse en las negociaciones y amenazan con no hacerlo discutiendo hasta marzo reclamando una prórroga en las hasta marzo, aseguran que si se aplicara este incremento salarial, debería haber un correlativo aumento en los precios del pan, incluyendo el modelo «Moreno». Esto es, la especie de «pan flauta» que los panaderos acordaron ofrecer al público luego de un acuerdo con el secretario de Comercio Interior y que se debería conseguir a un precio que no supere los $ 2,5 pesos por kilo. Según los comerciantes, este tipo de pan, lo consume menos de 5% del mercado.

Wednesday, February 13, 2008

Pinta bien, huele mal

Pinta bien, huele mal

Por: Agustín A. Monteverde

Ámbito Financiero

Durante el último lustro, la Argentina disfrutó una mejora sin precedentes en sus términos de intercambio. Eso significa que con cada tonelada exportada se pudo importar mucho más que antaño, por el exclusivo motivo de que los consumidores del mundo pasaron a valorar más ciertos productos que otros. Nada tuvo que ver el tipo de cambio -la relación entre monedas- pues lo que varió fue la relación de intercambio entre productos. Sin esa formidable mejora de los precios relativos de nuestro comercio, el superávit externo de 2007 se habría reducido a poco más de la cuarta parte, y por cada u$s 10 que compramos apenas habríamos vendido por u$s 11.

Pero los excepcionalmente altos valores de nuestros productos exportables, los no menos extraordinarios -por lo comparativamente bajos precios de nuestras compras, y el celebrado tipo de cambio «competitivo» no pudieron impedir en 2007 que el superávit comercial cayera casi 10%.

El año que pasó demostró nuevamente que tener un tipo de cambio alto poco tiene que ver con el impulso exportador. El volumen de bienes que se vendió al resto del mundo creció 8%, por debajo del crecimiento que experimentaron países con monedas que se apreciaron frente al dólar y apenas un tercio de lo que lo que treparon nuestras importaciones.

Si se consideran los cinco años de gobierno kirchnerista, las cantidades importadas se cuadruplicaron, creciendo seis veces más rápido que las exportadas. Durante ese mismo lapso, y pese a la creciente brecha cambiaria, se vio trepar el déficit bilateral con Brasil.

La estrategia devaluacionista consiste en vender en moneda dura productos elaborados en moneda débil. La idea es simple: cobrar el precio internacional en dólares o euros y pagar el costo de los factores locales en pesos. Desde esta óptica, la ineficiencia estructural de algunos ramos industriales puede ser más que compensada por la ventaja cambiaria. ¿Quién paga la fiesta? La gente común, la misma que debe soportar con pesos desvalorizados la inflación provocada por el sostenimiento del dólar.

# Centro de gravedad

Ahora bien, en este marco las ventas de productos industriales ocupan el centro de gravedad del esfuerzo oficial y son las receptoras por excelencia de la ventaja cambiaria. No así las exportaciones tradicionales -productos agropecuarios y combustibles- castigadas con exorbitantes derechos de exportación.

Sin embargo, la economía argentina sigue creciendo obstinadamente en aquellas exportaciones que la distinguieron. Las ventas de productos primarios lideraron en 2007 el crecimiento exportador, con 45% (correspondiendo 23% al alza de los precios internacionales), seguidos por las manufacturas agropecuarias, con 26%. Es así que se destacan las ventas del complejo sojero, de maíz, de trigo, de aceites, de cobre y de carnes.
Bastante más atrás se ubicó el aumento de las exportaciones de productos industriales, en el que un tercio correspondió al sector automotor, gracias al acuerdo del intercambio compensado con Brasil.

Caso aparte es el de los combustibles y energía, que se caen dramáticamente a la vez que las importaciones se disparan al son de la « inexistente» crisis energética. En volumen, estas exportaciones se desplomaron 20% mientras que fue el rubro que más creció de compras al exterior, con 64% (en diciembre, saltaron 131% interanual), casi en oposición.

Con la óptica de este modelo desarrollista, las importaciones deberían estar centradas en los bienes de capital para impulsar la producción. Sin embargo, los productos que más se importan son automotores, teléfonos celulares, y combustibles y energía eléctrica. Los únicos activos orientados a la producción que se destacan son los insumos y bienes de capital para el agro, sector que como se ve sigue liderando el esfuerzo inversor pese al escaso favor oficial que recibe.

Razones para el pobre desempeño comercial no faltan. Las exportaciones han sido desalentadas u obstruidas por las políticas de control de precios y la estrategia kirchnerista de concentrar el esfuerzo recaudador en megaimpuestos sobre quienes ya pagan, eludiendo así una reformulación integral del sistema tributario.

El continuo estímulo de la demanda interna, las limitaciones a la expansión de la oferta -la saturación de la capacidad instalada de varios sectores por falta de inversiones- y la crisis energética impulsan a su vez las importaciones (además de presionar sobre los precios internos). La inflación local, por su parte, abarata los productos extranjeros.

# Desaliento

Competitividad poco tiene que ver con ventaja cambiaria. Ningún subsidio -en este caso costeado por consumidores y trabajadores- puede contrarrestar la falta de calidad y la producción ineficiente. Por el contrario, las investigaciones de Porter han mostrado que tanto los aranceles como los subsidios cambiarios desalientan la búsqueda de eficiencia y los esfuerzos por satisfacer al consumidor.

La desvalorización de la moneda nunca puede ser beneficiosa, de la misma manera que nadie moralmente íntegro elevaría un vicio a la condición de virtud. Así como enfermar no conduce a estar sano, desvalorizar la moneda nacional -sostener artificialmente alto el dólar- no puede aumentar la riqueza sino empobrecer aun más.

Si en la moneda desvalorizada residiera el secreto para exportar, ninguna esperanza tendrían países como Suiza o Alemania. Sin embargo, el mundo sigue comprando chocolates suizos y autos alemanes. Las crecientes brechas de riqueza -y participación en el comercio mundial- que nos sacaron Canadá y Australia desde los años '30 se cimentaron en el fortalecimiento de sus propias monedas, y no en devaluaciones orientadas a que los sectores realmente competitivos subsidiasen a ciertos grupos de interés.

Mientras campee en el país esta mentalidad vasalla, que lleva a tolerar como natural que el gobernante de turno disponga a su antojo el valor de la moneda y se interponga en los negocios privados, no se podrá emular a aquellos países. Tampoco pueden ser auspiciosas las perspectivas del comercio exterior mientras se mantenga el insuficiente nivel de inversión, el creciente desequilibrio entre la oferta y la demanda internas, el impacto inflacionario sobre los costos de producción, los controles de precios y el incesante aumento de la presión tributaria para sostener la maraña de subsidios destinados a contener los precios, sobrellevar la situación energética y asegurar el sometimiento de los actores políticos.

Monday, February 11, 2008

La oportunidad de las burbujas


La oportunidad de las burbujas

Por: Enrique Szewach
Ámbito Financiero

El desinfle de la burbuja inmobiliaria en los Estados Unidos generó una enorme literatura de quienes consideran a estos episodios cada vez más frecuentes en los mercados mundiales como síntomas claros de los graves problemas que presenta el «irracional y exuberante capitalismo financiero». Esto ocurrió como contraposición al mucho más «racional, humano y sensible capitalismo productivista con fuerte intervención y regulación estatal».

En efecto, cada vez que se suceden los «martes negros» o los «lunes terribles» o los «viernes desastrosos» en los mercados, o cada vez que los gobiernos, los bancos centrales, las tesorerías o los Congresos salen al rescate de los «codiciosos de Wall Street», inmediatamente se alzan las voces de los predicadores y profetas del apocalipsis. Estos advierten, como corresponde, de las consecuencias de la «locura financiera» sobre la estabilidad política social y económica del mundo. También lo hacen respecto del uso de los fondos públicos para los rescates y de la ceguera irresponsable de los bancos centrales y entes reguladores que «permitieron el desastre».

Está claro que detrás de cada desequilibrio prolongado se esconde algún error de política económica. Y que la actual crisis tiene un origen y consecuencias muy distintos de las anteriores, porque se desarrolla en el corazón del sistema financiero global y que, por ello, sus efectos sobre el nivel de actividad y la demanda mundial no serán menores. Lo que no está tan claro es que estemos, efectivamente, en presencia de un «fracaso» del mercado de capitales.

Hoy todos se rasgan las vestiduras por los «pobres ciudadanos» de la clase media norteamericana y de otros países que no podrán pagar sus hipotecas o hacer frente a su endeudamiento personal que perderán trabajos, ingresos, activos. Muchos también se lamentan por la «destrucción de valor» que generó el final de fiesta del crédito fácil. Sin embargo, en un mundo más racional, menos exuberante, más regulado y prudente esos ciudadanos nunca hubieran tenido crédito, ni acceso a su vivienda o automóvil propio.

En otras palabras, hoy la fiesta se termina. ¡Pero hubo fiesta! En el mundo que demandan los ahora prudentes, la fiesta, como diría el amigo Fernando (de la Rúa), hubiera seguido siendo para unos pocos. Está claro que, hasta que no se despejen las dudas sobre la salud de los principales protagonistas del sistema financiero mundial y el mercado termine por digerir y descontar, en los precios de los activos, la menor expectativa de negocios, ganancias y actividad futura, no sabremos cómo quedamos después de la fiesta.

Resulta claro, también, que la factura del banquete la pagarán, en parte y como pasa siempre, los que no debían pagarla. Que los gobiernos más importantes y los bancos centrales se verán obligados a fuertes intervenciones y a revisar las políticas de estímulo al crédito fácil. Y es cierto, también, que el sector privado tendrá que replantear su manejo de riesgos y volver a esquemas prudenciales más razonables. Pero no es menos cierto que ese boom de crédito global se tradujo en más demanda de bienes y servicios, más trabajo, mejores ingresos y salarios y mayor actividad. A las pruebas me remito.

En el gráfico que acompaña estas líneas están presentados los puntos clave de la última década de las fluctuaciones de los mercados de capitales, con dos índices estadounidenses representativos: el Dow Jones y el NASDAQ. El primero, tuvo el desinfle de su burbuja «noventista» a mediados de 98, primero con el default ruso e, inmediatamente, después con la caída del tristemente célebre Long Term Capital Management.

Entre junio y agosto de 98 el Dow cayó 15%. Reinicia su recuperación hasta el pico de julio de 2001, creciendo casi 40%. Recuperación que pierde totalmente en la crisis de finales de 2001 y 2002. En setiembre de 2002 valía lo mismo que en agosto de 98. De allí resurge con el boom de liquidez y crédito de principios del siglo XXI hasta su máximo de octubre de 2007, con una explosión de casi 85% de crecimiento. Desde allí venimos con la caída de estos meses hasta el valor de principios de febrero, donde ya había perdido 13% pero todavía está muy lejos de su piso de 2002.

# Desplome

El NASDAQ presenta una variación aun más dramática. El boom de las «puntocom» lo llevó desde agosto de 98 a febrero de 2000 a un crecimiento de 213%. Desde ese clímax se desplomó hasta setiembre de 2002, ¡perdiendo 75% de su valor! Desde ese piso, y gracias de nuevo a las empresas de tecnología de la información e Internet, otra vez al pico de octubre de 2007 con una recuperación de 144% y ahora a su punto de estos días, aproximadamente 18% por debajo de su máximo de octubre pasado.

Como se puede apreciar una década de fluctuaciones, volatilidades, enormes ganancias y grandes pérdidas. Pero ese mercado permitió, de todas maneras, financiar proyectos que se transformaron, insisto, en empresas, inmuebles, bienes, servicios, trabajo para muchos.

Sigamos con los números. En el cuadro que acompaña estas líneas se muestra la evolución del PBI per cápita, medido en Paridad de Poder Adquisitivo (para tratar de despejar los problemas de tipo de cambio),de una serie de países representativos. El último dato disponible es el de 2006, de manera que no tenemos todavía indicadores de fin de fiesta e, insisto, para ese fin falta mucho todavía. Pero después del default ruso, la crisis de las puntocom, el 11 de setiembre de 2001, las bajas de las tasas y las subas de las tasas de interés, la irracionalidad y exuberancia de los mercados, los «préstamos a cualquiera» el PBI per cápita de los países centrales creció bien por arriba de 30%. El de Singapur, España y Chile, 40% o más. El de Corea, 72%. El de China se duplicó. Mientras Brasil casi arañó 30% mientras la Argentina, crisis y estafa mediante, apenas logró 9% de crecimiento. (Aunque medido desde el piso de 2002 podemos mostrar un nada modesto 29%.) Ni qué hablar de Venezuela con 1% en el período. (Y apenas 9% desde 2002, boom petrolero mediante.)

Dicho de otra manera, más allá de los necesarios cambios que requieren los incentivos del mercado de capitales global. Más allá de los gruesos errores de percepción del riesgo tanto desde el sector público como desde el sector privado. Más allá de los problemas que viviremos en los próximos años. Parece que al capitalismo salvaje no le va tan mal y que la performance de los gobiernos y los bancos centrales, medida en PBI per cápita, y no en fluctuaciones de mercado, no fue tan desastrosa.

Y aquí está el aspecto central del debate. A la inversa de los jugadores compulsivos que sólo cuentan cuando ganan y cuando pierden «salen hechos», los profetas del apocalipsis sólo cuentan las pérdidas y las volatilidades y olvidan las enormes ganancias. Seguramente, si pudiera agregar indicadores de cómo se repartió ese fenomenal incremento del PBI per cápita los números no serían tan extraordinarios. Pero éste, sin dudas, es un mundo menos pobre que el de hace una década atrás, y en ello, la responsabilidad de un extraordinario mercado de capitales global y gobiernos y bancos centrales dispuestos a defender reputación, reglas de juego y estabilidad de precios no ha sido menor. Como dice un borracho amigo: ¡Vivan las burbujas!

Thursday, February 07, 2008

La leyenda continúa


La leyenda continúa

Por: Abel Viglione

Ámbito Financiero

Hace exactamente un año este diario me publicó una nota en la que se mostraba la primera «manipulación» del INDEC del Indice de Precios al Consumidor de enero de 2007. La misma estaba concentrada en el rubro turismo y era muy burda.

Para festejar el aniversario de esa primera manipulación, veamos qué «deditos» metieron durante el año.

# Manipulación I-Estacionales: se les metió mano a los precios de los productos estacionales. El precio de esos productos presenta una alta variabilidad mes a mes. Dentro de este grupo se encuentran turismo, ropa de mujer, carne vacuna, frutas y verduras, etc.

Los rubros citados representan 13,8% de la canasta total. La manipulación iniciada en enero de 2007 permitió disminuir fuertemente la inflación de esa canasta de 12% anual a principios de 2007, mostrando al final del año una deflación de -3,1%. Pregunta: ¿No suena un poco raro deflación en los productos citados?

# Manipulación IIAlgunas perlas de 2007: la clara manipulación de precios durante 2007 se hace evidente al seleccionar un grupo de variedades que, a simple vista, muestran variaciones de precios casi ridículas.

En el cuadro adjunto puede observarse la inflación anual informada por el INDEC a diciembre de 2006 y 2007 de este grupo seleccionado. Del mismo surge que:

a) Usted pagó las verduras frescas casi 26% menos en 2007 que en 2006, así como también le resultaron 14,2% más baratas las frutas cítricas y 10,7% las manzanas.

b) Que pagó 8,6% más barata la ropa de mujer.

c) Si salió de vacaciones, el alojamiento y las excursiones le resultaron 14,1% más baratas en 2007 que en 2006.

d) Al servicio doméstico le redujo su salario 1,5% en el 2007. En este caso, la fuerte manipulación se produjo en diciembre de 2007, mostrando en ese mes una caída de 9,3%, lo que indica que usted le redujo el salario en ese porcentaje en diciembre pasado.

e) Dados los ponderadores del INDEC de esos 7 productos, los mismos contribuyeron con una deflación anual al
IPC de -1.1%.

El mismo cuadro muestra que la «deflación» de esos productos en 2007 fue posterior a la alta «inflación» experimentada en 2006.

# Manipulación III-En alimentos y bebidas: el discurso oficial cita que «la Argentina, al igual que el resto de los países, padeció durante 2007 un aumento de la tasa de inflación debido al boom de los precios de los alimentos». Si ello fuese así, la tasa de inflación del rubro Alimentos y Bebidas de 2007 debería ser superior a la registrada en 2006.

Los datos del INDEC dicen lo contrario. La tasa de inflación en alimentos y bebidas de 2006 fue de 10,5% y la de 2007 de 8,6%, por lo cual, o el discurso oficial es falso o el INDEC midió mal. Me inclino por la segunda de las opciones.

La manipulación del rubro Alimentos y Bebidas fue muy evidente durante 2007. Una canasta propia triplica la inflación publicada por el INDEC. Aproximadamente la subestimación de la inflación del rubro es cercana a 20%, y más de la mitad de esta subestimación se explica por los rubros Panificación y Verduras.

Comparando la canasta propia con la oficial se observa una estrecha relación entre el grado de manipulación y la ponderación del subrubro, por un lado, y la variabilidad por el otro. Me explico, a mayor ponderación o mayor variabilidad (como es el caso de Frutas y Verduras), mayor es la manipulación. Así, el rubro Aceites casi no fue manipulado (ya que pondera solamente 1,61% en el rubro).

# Manipulación IVDefender lo indefendible: la dirección del INDEC (¿intervenido?) a través de un comunicado interno aseguró que los índices que elabora son « absolutamente confiables», saliendo a desmentir el informe que realizaron los técnicos desplazados del organismo. Ello es poco creíble, al menos de acuerdo con lo mostrado anteriormente.

# Conclusión: a un año de la primera «manipulación», sólo dos rubros se salvaron del toqueteo oficial: transporte y bienes y servicios generales. El resto de los rubros fue manoseado ampliamente, y quien no estuvo de acuerdo con ello dejó de pertenecer al organismo, e incluso ello aconteció a nivel de alguna dirección de estadística provincial.

El IPC ya no es más confiable. Si bien las estadísticas privadas no pueden alcanzar la cobertura que dispone el IPC del INDEC, al menos, son menos sesgadas que los datos oficiales del IPC. A «rey muerto, rey puesto», y si no que me expliquen cómo harán para que no muera el rey.

Wednesday, February 06, 2008

Kirchner de Dios

Del gran movimiento histórico al peligro del ogro filantrópico
Kirchner de Dios

Néstor Kirchner decidió -contra su voluntad, dicen-que ya no quiere sólo un Partido Justicialista bajo su mando (a lo que se negó durante cuatro años). ¿Para qué algo tan pequeño como el PJ si puede aspirar a constituir un Tercer Movimiento Histórico, esa quimera hegemónica que después de Juan Domingo Perón varios intentaron sin éxito (Raúl Alfonsín, por ejemplo); inclusive, el propio Kirchner en su inicio en el gobierno cuando lanzó la "transversalidad" y luego la " concertación". Ya dispone de buena parte del peronismo, un tercio del radicalismo, el resto político casi en jaque mate, el sindicalismo de la mano de Hugo Moyano y los empresarios que, como se sabe, ni chistan. A los gobernadores, a su vez, se les impuso la regla de la "orga": dentro de su gobierno todo, afuera ni justicia. Su manto dionisíaco, entonces, hoy parece cubrir a todo el país; quien no se incluye se vuelve paria, marginal. Ya hubo modelos al respecto: terminaron mal como el PRI en México, ese ogro filantrópico.

Por: Rubén Rabanal
Ámbito Financiero

La normalización del Partido Justicialista parece ya un objetivo menor para Néstor Kirchner. Para qué frenarse si tiene ya a disposición todos los elementos para intentar nuevamente el mítico Tercer Movimiento Histórico. Aunque se diga que es contra su voluntad, el ex presidente ya esta embarcado en su proyecto. Tiene detrás a casi todo el peronismo (hasta Eduardo Duhalde aprobó el nuevo matrimonio y los disidentes, a excepción de los Rodríguez Saá, esperan pacientes la citación), parte de la UCR, (el resto ordenó controlarlo) el sindicalismo que le garantiza Hugo Moyano y a los empresarios dispuestos siempre a decir sí. Los gobernadores ni hablar: todos en fila sea cual fuere el partido al que pertenezcan; es decir, el gran movimiento o, lo que es igual el peronismo total.

Parte de esos bienes -en este caso no gananciales- los ubicó ya en el proyecto de mesa de conducción del nuevo justicialismo que arma día a día desde Puerto Madero, pero ahora iría por más. Otros los está consiguiendo por estos días, pero no por el camino que muchos suponen.

La incorporación de Roberto Lavagna a ese proyecto lejos está de sumarle algo a la arquitectura de ese Tercer Movimiento. Poco es lo que puede aportar en número el ex ministro a esa cruzada y después del pacto ni siquiera su imagen personal puede ser cotizable. Esa movida fue en realidad un misil, no un acuerdo. Con la foto en la residencia de Olivos -planeada y sin cuidarse de repetir la escena de Raúl Alfonsín y Carlos Menem en ese mismo lugar para cerrar el pacto más conocido de la historia reciente de la Argentina-, Kirchner destruyó la poca credibilidad de lo que quedaba del radicalismo, puso en jaque a Mauricio Macri que debió silenciarse y tiró los pedazos que quedaban de la UCR en manos de Elisa Carrió. Así comenzó la estrategia que transformó a Lavagna de ex candidato en el protagonista de una mancha venenosa.

Ejemplos de ese efecto sobre el ex ministro ayer abundaban. Habrá que preguntarle sobre eso a los cordobeses que le dieron a Lavagna el 28 de octubre su única victoria en un distrito del país sobre Cristina de Kirchner como reacción no sólo al gobierno sino a los candidatos del peronismo oficial y ayer ya lo repudiaban públicamente por la traición.

Lavagna comenzará a sentirlo en carne propia cuando se dé cuenta de que Kirchner no lo hará vicepresidente primero del nuevo justicialismo. Probablemente ese puesto no lo ocuparán tampoco Daniel Scioli -que cometió el error de pedirlo- ni muchos gobernadores que también se habían anotado. Sonó, entonces, inocente el ex ministro cuando por radio relató las razones de su acuerdo argumentando que el ex presidente lo reconoció como primera minoría dentro del justicialismo y por eso le reservó el principal puesto disponible.

Y ahí surge el problema. Es en la dinámica de construcción política que utiliza Kirchner donde comenzarán los desvíos para llegar al magno propósito del Tercer Movimiento Histórico.

Otros elementos también le juegan en contra. No tiene Kirchner la seducción con que contaba Juan Domingo Perón cuando emprendió una tarea similar, pero sí más elementos que los sueños delirantes de quienes rodearon a Raúl Alfonsín y pensaron, como el caso de la vieja Junta Coordinadora Nacional, que desde un radicalismo triunfante en el 83 podrían conseguirlo.

Lo peligroso, entonces, no estaría allí. La cuestión la relatan muy bien los santacruceños que lo vieron actuar por años: «Kirchner te copta y en principio cumple con lo que promete. El problema es que cuando compró te guarda luego en la bodega». Lo entiende Moyano y por eso muta permanentemente del apoyo a una rebelión fingida.

Esa coptación proteccionista que pudo hacer durante cuatro años a fuerza de planes sociales, subsidios y obras públicas, le servirá para meter adentro del movimiento hasta a empresarios desesperados por estar allí.

Kirchner pasa a jugar en ese sentido otro papel, más parecido al del ogro filantrópico de Octavio Paz que acumula, como el avaro lo hace con las divisas, pero al solo efecto de guardar y controlar. Se olvida, quizás, de que la esencia de un movimiento que sume sectores está en la dinámica entre los interlocutores que lo integren. Dejar hacer y quedarse luego con el ganador.

Lo repetía Juan Domingo Perón en su archiconocida frase: «Los peronistas son como los gatos: todo el mundo cree que están peleando y en realidad se están reproduciendo». Se enfrentaban las fracciones y él se quedaba con el ganador.

La diferencia esencial con Kirchner parecería ser entonces que todo lo que toca lo esteriliza, de ahí que se frene en ocasiones el fenómeno de la reproducción. El ejemplo máximo no es sutil: si el Frente para la Victoria que armó en un inicio hubiera tenido libertad interna para reproducirse su esposa tendría que haber superado 45.29% de los votos que consiguió en octubre.

Con todo, el aparato y los fondos de que dispuso el gobierno debería haber opacado a Carlos Menem que en la primera elección llegó casi a 48 % y en la segunda a más de 49 %. O al propio Fernando de la Rúa que consiguió superar 50 % de los votos.

Otra prueba evidente de esa capacidad de esterilización vuelve a ser Lavagna. Desde el domingo al mediodía virtualmente caducó como candidato a futuro. Si le dijeron que podría ser un buen representante del gobierno para competir en la Capital Federal en 2009, debería fijarse bien el ex ministro si los votos que hoy le quedaron le alcanzan para competir por un cargo en la Legislatura. Error que comete Alfonsín también cuando lo pone a Lavagna como Plan B ante un eventual fracaso de Martín Lousteau. Quizás el INDEC despierte hoy en el electorado más confianza que la que Lavagna puede demostrar.